¡La vigilancia es acción!

La vigilancia debe conducir a la acción: tal es su filosofía y su justificación en la salud pública. Esta declaración queda perfectamente ilustrada por la vigilancia de la legionelosis. La enfermedad se transmite por aerosoles contaminados a partir de un reservorio de gérmenes en el agua. Los entornos urbanos modernos favorecen la multiplicación de gérmenes en muchos lugares en los que el agua caliente permanece estancada. La detección de fuentes de contaminación responsables de brotes y epidemias ha permitido la identificación de muchas de ellas y se han desarrollado medidas de control para los sistemas de agua caliente y de climatización. Sin embargo, esta infección sigue siendo la causa de brotes comunitarios graves, como se recoge en este número de Eurosurveillance (1,2,3), lo que todavía indica la necesidad de realizar progresos.